Un ramo mal elegido puede arruinar un precioso vestido. Por eso es fundamental recibir un buen asesoramiento. Dependiendo de la tonalidad de tu piel tendrás que elegir ramos más vivos o de colores más pastel.
Si tu tono de piel es más oscuro puedes usar un ramo de novia con colores fucsias, amarillos, por ejemplo.
Si eres rubia, el blanco, los tonos pastel y el azul, son perfectos para combinar.
Para
las pelirrojas lo mejor son los colores fuertes con naranjas para que
vayan a juego con el pelo y así se cree una buena armonía de colores.
Por
otro lado también se debe de tener en cuenta el estilo del traje para
hacer una buena elección. Con un traje de novia de corte clásico, con
cola y velo largo, necesitarás un ramo con caída o de cascada. Además,
según el color de la tela, también habrá que saber combinar los colores
del ramo.
Si eres una novia sin demasiada estatura, lo mejor es que optes por flores menudas y de formas estilizadas.
Si tienes un cuerpo de composición más bien atlética, elije un ramo de novia más voluminoso.
Una de las cosas importantes para elegir el ramo es la época del año en que celebras la boda,
ya que puede ocurrir que no encontremos determinados tipos de flores.
Además, los colores también varían según la luminosidad que haya en cada
época. En verano es preferible un ramo donde predomine el color verde,
para dar un toque de frescura. En invierno, puede confeccionarse un ramo
con flores más compactas.
Por
su puesto, uno de los elementos claves a la hora de elegir este
complemento tan vistoso es la personalidad de cada novia. Algo que
influirá en todo tu vestuario y que debe tener un fondo de armonía
contigo misma para que cuando llegue el gran día no te sientas fuera de
lugar y puedas lucir todo con la mayor seguridad y naturalidad. Si eres
más bien tímida, puedes optar por un pequeño y sencillo bouquet. Si eres
más atrevida y arriesgada, no dudes en elegir un ramo de novia moderno
en cuanto a combinaciones y formas de las flores.
Una
vez elegido el ramo, podremos también encargar a juego, y con
suficiente antelación, la decoración floral del lugar donde tenga lugar
la ceremonia y donde se celebre el banquete. Si la decoración del
ambiente es más bien clásica opta por centros florales simétricos, con
colores luminosos y claros. Si por el contrario, se trata de una
decoración moderna, lo mejor son composiciones estilizadas siguiendo los
colores y las flores que se marquen en la moda en cada temporada.
Una
buena idea: si el novio se decanta por lucir una flor en la solapa, no
estaría de más tratar de combinar la forma y el color con el ramo de la
novia y el resto de la decoración floral.
Y
si quieres ser una de las más originales, cambia el típico ramo y hazlo
en forma de brazalete, sin duda será la opción más cómoda.
También
ganan puntos las flores secas tanto de decoración como en el ramo de la
novia, que tienen la ventaja de poder conservarse en el futuro ya que
muchas novias dejan secar el ramo fresco tras la boda para tenerlo de
recuerdo.
Un método para lograrlo es colgar hacia abajo el ramo en una habitación oscura y con buena ventilación.
Un método para lograrlo es colgar hacia abajo el ramo en una habitación oscura y con buena ventilación.
Lo
mejor es que no combines muchos tipos diferentes de flores, y después
tener en cuenta el diseño de los centros para las mesas del banquete,
aunque en general los propios restaurantes se encargan de la decoración,
incluyéndote en el presupuesto una partida dirigida a flores.
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