lunes, 24 de enero de 2011

Una noche única...


El día de la boda se acaba y llega la hora más íntima de los novios, donde podrán disfrutar el uno del otro sin familiares y amigos de por medio.
El origen de la noche de bodas proviene de épocas muy antiguas. Aseguran que los hombres secuestraban a las mujeres contra su propia voluntad y las alejaban de sus familias. Pero, con el paso de los años, afortunadamente, la tradición ha cambiado y ahora se conoce la noche de bodas como la noche donde los novios se conocen más profundamente llenos de amor y confianza. Además, se podría decir que es el precedente inmediato al tan esperado viaje de novios.
Depende del presupuesto que dispongáis podréis escoger un sitio u otro para pasar la noche. Seguramente, si celebráis la boda en un hotel os regalará la noche de bodas y , así, evitáis tener que desplazaros de un lado hacia otro y perder tiempo en vuestra esperada noche. No olvidéis exigirle que os ponga la habitación “suite central”, es vuestra boda y puede que la vida no os brinde otra oportunidad como esta.

Normalmente en la habitación estará preparado todo tipo de detalles románticos: una brocheta de fresas con chocolate, la botella de champán, las copas, albornoces y un magnifico jacuzzi para culminar la velada. Los pétalos de rosa y las sábanas blancas que no falten. Además, si el hotel os ofrece el check-in a partir de las dos podéis sentiros agradecidos. Esto os da la posibilidad de dormir más rato. Seguro que muchos al día siguiente viajaréis al viaje de novios, es mejor estar descansado y llegar con fuerza a vuestro próximo destino.

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